Abusos en la Iglesia Católica: una sentencia y una concesión
El escándalo de pederastia y abusos físicos a menores que sacude a la Iglesia Católica en varias partes del mundo dio un nuevo giro, esta vez con una condena y una concesión.
Mientras en Australia un sacerdote fue sentenciado a casi 20 años de prisión por abusar sexualmente de niños, en Alemania un obispo que renunció tras ser acusado de golpear a menores podría reincorporarse a sus funciones pastorales.
Todo esto se produce al tiempo que el líder religioso de Irlanda del Norte y fundador de la Iglesia Libre Presbiteriana de Ulster, el reverendo Ian Paisley, criticó la visita del papa Benedicto XVI a Reino Unido en agosto y dijo que el pontífice no debió sido invitado.
Los últimos meses han sido especialmente duros para el Vaticano, que se ha visto sacudido por escándalos de abusos a menores con denuncias que han llegado desde diversos países.
"Pederasta repugnante"
En Australia, el sacerdote católico John Sidney Denham, de 67 años, se declaró culpable de una serie de cargos vinculados con abusos sexuales de 25 niños en escuelas públicas de Nueva Gales del Sur entre 1968 y 1986.
El juez afirmó que sus acciones "contribuyeron a una cultura de miedo y depravación".
Denham pidió perdón a las víctimas y a sus familiares. Dijo que se veía a sí mismo como un "simple pedófilo repugnante".
El clérigo fue sentenciado a 19 años y diez meses de cárcel por crímenes que incluyen actos sexuales contra niños de entre cinco y 16 años.
Los familiares de las víctimas recibieron con beneplácito la condena, pero insistieron en que la Iglesia Católica debe responder por lo sucedido.
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